martes, 22 de diciembre de 2009

Su nombre es Lionel

Dejenlo dar los pasos por sí mismo. No lo comparen, olvídense de personajes anteriores por favor. Él mismo sabe lo que hace, conoce su estilo y disfruta. No entiende del pasado, vive el presente y espera disfrutar del futuro. Pero por sí mismo, sin parecerse a alguien más, con un estilo que lo caracteriza, un regate, un chute y una frialdad única. Pocos son así, pocos fueron así, por eso hay que dejar que Lío sea Lío y no algún otro. Un país depende de él, lo extraño es que prácticamente no lo conoce. Ese mismo país vive y se desvive por un ídolo antiguo, por glorias pasadas, por lo que fue y ya no será. Ese mismo país debe comprender que las cosas son diferentes, los tiempos son otros y los estilos también. Messi es uno solo, como Maradona lo fue en una época, y por ser uno sólo es que se necesita compañía. Aquí son once contra once, no uno contra todos. Es necesario jugar y hacer jugar, pero también es necesario tener amigos, ser mimado y ganar confianza. No tiene que ver con jugar en una posición diferente a la de tu equipo, tiene que ver con confianza. Algo que se transmite desde el entrenador y algo que su selección no tiene. El pasado ya pasó, redundante, pero cierto. El mejor es él, Lío, sin un país que lo idolatre, sin un peinado que lo caracterice, una estrella por sí sola que busca ganarse a un país. Un país que está renuente a ver hacia el futuro, incluso hacia el presente. Pero ya basta, es hora de pasar esa página y mirar por lo que hay ahora, ya. Al fin y al cabo eso es lo que vale.

sábado, 21 de noviembre de 2009

El fiasco de las estrellas

No tiene sentido que un Juego de las Estrellas sea un fiasco. Más ilógico resulta que haya años en los que vean acción jugadores que la única forma de ser considerados estrellas es si jugaran en casa con sus amigos. Pero bueno...en Venezuela, más concretamente, con el beisbol venezolano existe un tabú (la verdad que no sé cómo llamarlo) que impide que un conglomerado de figuras divierta al público. Todo lo contrario, parece ser una parranda de amigos que decidieron jugar después de beberse unas cervezas. Si bien hay casos excepcionales (el año pasado se jugó un buen partido ante República Dominicana), en los últimos años se vienen presentando varios fiascos en los clásicos que organiza la Asociación de Peloteros.
Jugadores que no aceptan la invitación, otros que descontentos con la organización se revelan, otros que confirman y al final ni se presentan, han llevado a que se realice un juego en donde el aburrimiento es la principal atracción. Más allá de hacer un clásico de las Estrellas (en una liga invernal, con tan pocos compromisos resulta una pérdida de tiempo), deberían prepararse esas "estrellas" y pensar en formar un único equipo para ir a la Serie del Caribe y demostrar de lo que son capaces.
Entiendan una cosa, para armar una farsa en la que terminen jugando suplentes de los equipos que dirigen los managers seleccionados, es preferible utilizar ese tiempo para armar juegos recreativos junto a los fanáticos e incentivar la práctica del deporte. Más allá de que ese juego sirva para reponer las arcas de la "pseudo" asociación de peloteros venezolanos, es importante hacer algo para continuar con la expansión del deporte en Venezuela y darle a la gente una buena posibilidad de compartir con sus jugadores favoritos. Pero como la realidad es otra...este primero de diciembre "disfrutaremos" de otro Juego de Estrellas del beisbol venezolano...
Ricardo López Carrasco

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Cuando el no dar jonrones pesa

Confieso estar lejos del beisbol. Aquí en Argentina es un poco complicado poder seguirlo. Sin embargo la internet facilita mucho las cosas y aunque no sea lo mismo que verlo, te puedes dar una idea de lo que está ocurriendo. El pasado lunes, Elvis Andrus, el campocorto de los Rangers de Texas tenía la posibilidad de convertirse en el tercer venezolano en recibir el Novato del Año, tras Luis Aparicio y Ozzie Guillén. El nativo de Maracay tenía los números para conseguirlo (.267 de promedio, 72 anotadas y 33 bases robadas en 145 encuentros) pero hay una característica que domina a los votantes del supuesto "beisbol moderno" en la que el criollo, dada su fisonomía, fue incapaz de destacar: el slugging. Un porcentaje que determina la fuerza de un bateador, que infla sus capacidades e incluso le otorga el mote de jonronero o impulsor, estuvo en contra del venezolano durante toda su temporada -y lo estará durante su carrera-. Para él, este porcentaje terminó en .373, combinando seis jonrones y 44 remolcadas, todas cifras que pasarían desapercibidas para cualquiera.
Por esto y sólo por esto (es la única razón lógica que salta a la vista) los cronistas norteamericanos decidieron darle la distinción de rookie más destacado al lanzador Andrew Bailey. "Yo mismo creía que el premio se lo llevaría Andrus. Él tuvo una excelente temporada y además jugó todos los días", contó el serpentinero a la página oficial de la mlb tiempo después de conocer la decisión. Además del reconocimiento de sus compañeros y rivales, el ficha de los Navegantes del Magallanes en el circuito venezolano lideró a los querubines en hits (128), triples (8) y anotadas (72), siendo todo un suceso en su primer año como regular. Mención a parte merece su defensiva: .968 de porcentaje de fildeo y más de 400 asistencias. Toda una revelación para un hombre que tiene esto como su principal herramienta de trabajo. Su sustento, lo que le da de comer.
"No me siento decepcionado por esto. Andrew es un gran jugador y tuvo un buen torneo. Estoy un poco triste, pero nada más, sólo es momento de prepararme para el próximo año", contó el criollo, quien tampoco se llevó el guante de oro pese a que era uno de los principales candidatos. "Quería ganarlo, llevo pensando en esto desde que tengo 16 años, sabía que tenía posibilidades. No lo gané pero eso no significa que vaya a dejar a un lado mi ambición y las ganas de ayudar a mi equipo. No me importan los números, lo mejor de todo es lograr avanzar a la postemporada", continuó el shortstop. Andrus es el bastión de la generación del infield venezolano. Sus capacidades son grandes y triunfará en las Grandes Ligas, en algún momento será capaz de llevarse algún premio que destaque su trabajo...tal cual Omar Vizquel demostró, no hacen falta los jonrones para triunfar en el beisbol. Hay muchos cronistas que aún no entienden de eso.
Ricardo López Carrasco

lunes, 16 de noviembre de 2009

Maradona juega a ser técnico

Cada quien que tenga el sueño o la idea de ser técnico de fútbol luche por eso: si Diego Maradona lo es, todo es posible. Resulta increíblemente contradictorio que un tipo que forma parte de la elite de la historia del fútbol mundial no tenga la más mínima idea de lo que es dirigir a un equipo. Que no conozca nada de táctica, pedagogía, e incluso de técnica, esa que sí demostró cuando era jugador. Más allá de todo lo que fue capaz de conseguir gracias a su pierna izquierda, Maradona es un hombre incapaz de ser Director Técnico o entrenador de cualquier equipo. Ya no es cuestión de falta de experiencia o de un continuo aprendizaje, es una cuestión de aptitud. Alejado de la realidad y metido en su mundo, Diego es incapaz de transmitir algún mensaje coherente o enseñanza a un grupo de jugadores que lo ven como un ídolo, pero que poco a poco que con la antigua fama no se gana absolutamente nada.
El último encuentro de la selección argentina da pie para este pensamiento y para comprender un poco los ideales de lo que debería ser el fútbol. Paradójicamente para Diego, España -su último rival- juega como cree él que lo hace su selección. Y digo cree él porque estoy totalmente seguro que en todo este país es el único que tiene la idea de que la Argentina juega a algo. "No merecimos la derrota. En el primer tiempo ellos nos dominaron, pero en el segundo fuimos capaces de nivelar el partido y sacamos la casta", fueron las tristes declaraciones de un seleccionador que pareció estar viendo otro tipo de partido. Argentina se vio totalmente desbordada por el juego fluido y de toque español. Se vio incapaz de comprender la esencia de este fútbol e incluso, por lo único que destacó fue por la capacidad de sus defensas para tirar patadas a los contrarios. El equipo fue incapaz de armar ataques de cuatro toques o más y salvo un par de pelotazos y un penal, Casillas fue un simple espectador en el encuentro de su centenario con la roja española. Ni siquiera la figura de Lionel Messi fue capaz de hacer algo. Con esa ayuda desde el banco, ni el mejor jugador del mundo sale vivo...y eso que su técnico -qué casualidad- piensa lo contrario.
"Messi hizo lo que le pedí. Fue el dueño del partido. Así lo queremos ver siempre", jajajá, esto fue lo que dijo "El Diego" de su estrella tras el juego. Pobre albiceleste, si ése es el Messi que todos quieren ver, incapaz de tocar el balón, y de chutar a la portería (si la vio seis veces en el tiempo que jugó fue mucho), no quiero ni imaginarme cuál será el papel de la Argentina en el Mundial. Sin embargo, para su técnico eso no es problema. Aquí no importan las figuras, siempre y cuando todas las miradas vayan al banco. Donde él, de pie, con su jogging, su campera y su mirada altanera (¿a quién engaña?) aparecerá para gritar (o balbucear) alguna ¿indicación? a sus dirigidos. Simplemente...el sueño de ser técnico tiene su precio, pero uno muy sencillo de pagar. Maradona lo hace y lo disfruta, pese a que todo un país lo sufre...ya veremos qué nos deja el Mundial.
Ricardo López Carrasco

domingo, 25 de octubre de 2009

Ante todo, rivales

No importa como vengan. No es cuestión de estilo, en ellos juega el corazón. No hay manera de compararlos, son tan diferentes que terminan iguales -qué paradoja-. Así fue el River Plate-Boca Juniors del torneo Apertura del 2009. Qué impresionante es vivir un clásico del fútbol argentino. Ni bien había comenzado la semana y ya no se hablaba de más nada. River, Boca, Boca o River, son uno mismo y a la vez son contrarios. Sin importar cómo llegaban el uno o el otro, el clásico es algo aparte, los jugadores lo sabían y los técnicos lo exteriorizaban.
Apuesto que ni Leo Astrada imaginaba un partido tan bien planteado tácticamente para los de Nuñez -incluso durante la semana probó con cinco defensas al fondo y la duda de Matías Almeyda como medio o central. Sin embargo, el equipo respondió. Guíados por un trabajo encomiable del medio campo, Matías Abelairas la coció, Nicolás Domingo se multiplicó y "El pelado" mandó, los millonarios supieron darle la mejor lectura al encuentro. Esto, liberó de responsabilidades defensivas al trío Gallardo, Ortega y Buonanotte. Si bien el primero no lució en el juego, suyo fue el gol de tiro libre que gritó la hinchada en el primer tiempo. Toque acá, salida por allá, relevo en el medio, escapada por la banda, Buonanotte servía como referencia ofensiva y se complementaba con Ortega que hacía sentir a la endeble defensiva xeneize cada vez que tocaba el balón. así culminó un primer tiempo con River siendo mucho más y sin importar estar entre los últimos de la tabla.
Un protagonista inesperado
Ante un marco de 50.000 personas, 23 eran los protagonistas principales...sí...23 porque el árbitro Saúl Laverni se empeñó en aparecer reflejado en los noticiarios. En el primer tiempo cobró un penal sobre Buonanotte, quien antes de recibir la falta se llevó la pelota con la mano. No importó, un adelantado Roberto Abbondanzieri detuvo el chute de Ortega y no pasó a mayores. El segundo tiempo fue otra historia. Cuatro minutos después de botar por doble amonestación al lateral izquierdo Cristian Villagra, repitió la dosis con Julio César Cáceres tras una gran actuación del "Burrito Ortega". El enganche le dio un manotazo al central azul y oro y al recibir la réplica se lanzó al suelo gesticulando y generando rating para la próxima entrega del Oscar. Tan descollante fue su actuación que opacó a Buonanotte, nuevo maestro de la tragedia en River, quien intentó burlarse del árbitro en varias oportunidades (incluso lo logró en el penal).
Con el equilibrio de diez por lado y adelantado por la inercia y la necesidad de resultado, Boca buscó el gol para igualar el marcador. El novel Nicolás Gaitán fue quien más a pecho se tomó la necesidad de subir. Atacando por banda derecha, el zurdo regateó a medio mundo sin poder encontrar premio. Su movilidad era tal que fue la única vía de escape que encontraron los de La Bombonera para burlar a su rival. Sin embargo, la fórmula del gol fue una que lleva diez años rindiendo en Boca: Riquelme-Palermo. Un muy bien anulado Román sirvió de señuelo en el área y dejó un balón servido para que "El Titán" rematara de zurda casi desde el borde del área y decretara la paridad. De ahí en adelante Boca tenía 30 minutos para darle vuelta al marcador y acercarse a la punta del campeonato. Pero aletargados, lentos y sin ideas, todos los balones caían en Riquelme quien pese a intentar organizar (primero su cerebro, después a su equipo) no pudieron vulnerar la valla de Daniel Vega. Al final, un 1-1 que le sirvió a River para demostrar que está vivo y con el que se conformó Boca tras ver sus escasas posibilidades de anotar.
Ricardo López Carrasco

sábado, 24 de octubre de 2009

Un Caracas-Magallanes a la distancia...

Es sábado...un día normal como cualquier otro en la Argentina, preparándose para el River-Boca de mañana. Ni soñarlo que a unos miles de kilómetros de distancia otro clásico -de otro deporte (beisbol), pero clásico al fin- se lleva a cabo. Sí, qué extraño se siente escuchar un Caracas-Magallanes por internet y darse cuenta que la emoción incluso puede palparse al otro lado del mundo. No es fácil prestarle atención a un juego por radio...se hace tedioso, cansino, pero bueno...eso sólo es para verdaderos seguidores. Sin embargo, cuando no hay mayor recurso que la internet y tenemos problemas con ver videos, resulta sencillo sintonizar una emisora, de cualquier país incluso. Así, pude escuchar un juego sin ningún tipo de inconvenientes (salvo una cadena nacional...no...no la extrañaba) en el que los Leones del Caracas igualaron la serie particular de la campaña con los Navegantes del Magallanes al vencerlos 9 por 0.
Sentir cada batazo, disfrutar los errores del contrario, e incluso, poder burlarse de los magallaneros es algo que satisface a cualquier caraquista donde quiera que esté. No hay nada más sabroso que el sabor de la victoria, así...con unos cuántos kilómetros de por medio igual quiero desearle a todos los magallaneros que hayn disfrutado su buena ración de arepas.
Ricardo López Carrasco

miércoles, 21 de octubre de 2009

¿Dónde queda el juego?

Quizás fue un momento de molestia el que me llevó a abrir este blog, pero después de ver jugar hoy al Real Madrid merecía descargar algo así sea con palabras...
Qué incomprensible resulta cuando un supuesto "equipo" (con redundancia y todo) sea capaz de demostrar un nivel tan bajo de juego cuando se espera de ellos lo mejor. Señores, el fútbol es un deporte de conjunto donde si falla uno los otros diez pueden cubrirlo, pero si fallan todos la problemática se hace mayor. Ya han pasado casi tres meses desde que Manuel Pellegrini asumió el equipo, era comprensible que con tantos nuevos jugadores y un entrenador nuevo el equipo se viera incapaz de hacer fútbol en sus primeros partidos...pero ya ha pasado un tiempo y la cosa sigue sin cambiar.
Fútbol...precisamente esa es la palabra clave. ¿Qué es el fútbol? ¿Qué importa en el fútbol? Se me viene una sola respuesta a la mente: el balón. Más allá de posicionamientos tácticos, de técnica, física o química, si tienes el balón nadie te hará daño. Pero...¿cómo tienes el balón? es tan simple que todo el mundo se complica: jugando. No hay mejor manera de manejar un encuentro que jugando, nada de fantasías, filigranas o gambetas...como quieran llamarlas, todo eso viene solo y con el tiempo, lo más importante siempre será jugar. Defender, atacar, cualquiera que sea el estilo, si tienes el balón nadie será capaz de estar en tu contra. Definir tu estilo genera importancia ¿qué hacer cuando se tiene el balón? En primer lugar abrir los ojos, en segundo lugar pensar y en tercer lugar tomar una decisión, todo eso se debe hacer en segundos. Sí, claro, complicado...pero para eso te preparan.
Resulta incomprensible que en un nivel de Liga de Campeones un equipo tenga el desastre táctico del Real Madrid y jústamente todo ese desastre es lo que hace más grande a Raúl González Blanco. Porque sí, porque en el enredo, en la maraña él siempre va a estar y a hacer goles. Pero ahí está el principal problema del asunto. NO debe aparecer Raúl por el mal juego, es necesario que aparezca porque se está jugando de verdad. ¡Entiendan! Hay que tocar, hay que valerse de las herramientas que se tienen, no hay que hacer lo difícil cuando el camino resulta el más simple. No es necesario formar un enredo posicional cuando todo el mundo tiene la capacidad para estar en su lugar. Todo es muy simple, hay que tocar rápido, hay que jugar, pero sobre todo hay que pensar. Es necesario pensar y saber lo que hará tu compañero. No chocar con él, no morderle los talones. Hay que ayudarlo, dar lo mejor y apoyarse, así se hace un equipo.
No hay excusas, ya todo es falso, simplemente se está jugando mal porque hay algo que no sirve. Y no es un jugador, no es un entrenador, son todos y cada uno de los que forman el equipo que son incapaces de ver en qué fallan. Hasta que no aprendan esto no servirá de nada ni entrenamientos, ni consejos, ni razones...
Ténganlo presente...
Ricardo López Carrasco