jueves, 17 de junio de 2010

Atacar es lo que importa.




Se esperaba que fueran ellos, al fin y al cabo son candidatos y hoy lo reafirmaron. La Argentina demostró que el gol es sinónimo de felicidad y con eso dio unn paso grande en sus ansias por clasificar a la siguiente ronda.

Liderados por un resolutivo Gonzalo Higuaín y un revolucionado Carlos Tévez, los de la celeste y blanca dominaron un encuentro de principio a fin, con un juego ofensivo, ordenado y de primer nivel. Esta vez, fue Tévez el que más se lució, "El Apache" se tomó el encuentro como propio y de sus internadas surgían los mejores ataques de su colección. Al lado de él, Higuaín, autor del primer hattrick del Mundial y figura reinante del Real Madrid. El punta se benefició de un inspirado Sergio Agüero, que desde su ingreso derrotó con velocidad a la defensa coreana y demostró que puede ser un buen revulsivo cuando sea necesario.

De extrañar es la posición de Messi. Más retrasado y partiendo en una posición parecida a la de Xavi, el zurdo corrió el doble de lo que suele hacer y se cansó mucho más (lógica Maradoniana). Sin embargo, pese a que hizo un buen desgaste defensivo, en ese lugar sus internadas hacia el área tienden a desaparecer ya que enfrenta a muchos más rivales. Una vez que lo soltaron y le permitieron conectarse más con los puntas, su juego tomó fuerza y funcionó para redondear el 4-1.

Argentina se confirma a sí misma y a sus fanáticos en el Mundial. La victoria les permite soñar y seguir invictos en un torneo de poco nivel -hasta ahora. Su juego pinta bien, de ahí que puedan mantener aún sus chances campeoniles.

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