domingo, 27 de junio de 2010

La evolución de Müller


Thomas Müller inició el Mundial como actor de reparto. Veía lucirse a Mesut Özil, veía meter goles a Miroslav Klose y él, como uno más, hacía ambas cosas, aunque sin hacer mucho ruido. Hoy, Inglaterra sufrió sus ansias de lanzar su estrella y vio como el joven del Bayern Munich tomaba la manija del partido para llevar a Alemania a un gran triunfo en octavos de final que reafirman su condición de favoritos.
Müller ya no es el tanque de los 70, ahora es un jugador completo. Ataca con precisión, dribla y pasa, además marca. No sólo está en el área, juega alrededor de ella y se divierte, y con él se está divirtiendo toda Alemania.
Esta es la presentación oficial de la selección teutona y su postulación definitiva al título de campeones, atraviese quien se atraviese. Ya no hace falta ver el rival, los alemanes tienen la posibilidad de verse a sí mismos, disfrutar de su juego y tocar, tocar y tocar. Así, siguiendo su estrategia no importa quién se ponga en frente, de seguro ganarán.
Müller fue figura. Jugó, tocó, recibió y goleó. No le importó la defensa inglesa, no le importó la marca de Ashley Cole, a lo único que le hizo caso fue al balón. Junto a él, demostró que la técnica alemana está siendo, de lejos, la mejor de Europa. Enfocados, con el ideal de ataque y con una defensiva que desplega a los laterales y achica los espacios, tienen dominadas las tácticas del juego que lo llevarán con destino seguro a rondas posteriores.
¿Qué hacer para detener a esta selección? La táctica te insta a robarles el balón y para eso, es necesario contar con un medio del campo de fuerza e inteligencia. Algo que pocos equipos tienen en estos momentos.

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