sábado, 12 de junio de 2010

Inglaterra parla catenaccio.





Fabio Capello empezó el Mundial con la sangre italiana brotándole por las venas. Su selección, Inglaterra, se encontró con un gol al cuarto minuto del partido –obra y gracia de Steven Gerrard- y después se dedicó a ver pasar los minutos en estado de sopor y sin saber que adelante tenían un equipo que podría en algún momento ofrecer algo.

El partido daba para creer. Inglaterra y Estados Unidos en teoría debían ofrecer un fútbol directo, con ida y vuelta y capaz de mantener animado al público…eso duró unos 10 minutos (uniendo los dos tiempos). Inglaterra, tuvo la “mala suerte” de anotar rápido y de ahí en adelante se olvidó de armar juego para dedicarse a trabar en el medio. Lampard y Gerrard no gravitaron en ningún momento y sólo pocas arrancadas de Rooney y algún que otro avance de Aaron Lennon sirvieron de aliciente para un público que abroncaba a los dirigidos por Capello.

Estados Unidos basó sus posibilidades hasta que la técnica le dio. Un equipo ordenado, sufrió con las arremetidas de Rooney, pero fue capaz de mantener el ritmo gracias a su potencia física. Jozy Altidore y Landon Donovan fueron los dos ejes del ataque, que contó con una que otra salida de un deslucido Clint Dempsey, quien únicamente anotó el gol tras un grave fallo del portero Robert Green.

Ambos equipos, candidatos de su grupo para pasar a la siguiente ronda, fueron incapaces de demostrar sus credenciales y quedaron en deuda para los próximos encuentros. Los ingleses deberán mejorar mucho si quieren refrendar el calificativo de favoritos para el título.

No hay comentarios:

Publicar un comentario