viernes, 11 de junio de 2010

La convicción no gana sin fútbol.





Más allá del resultado y de los placeres que pueda traerles el fútbol, Sudáfrica aprendió una lección hoy en el estreno de su Mundial: sin juego no se puede ganar. Los anfitriones del torneo hicieron lo posible, basado en sus limitaciones, y fueron incapaces de vencer a México, que si bien fue superior técnicamente, físicamente se notaron todas sus incapacidades.

Pese a eso, el segundo tiempo apoyado por su público fue un reconocimiento a la rapidez del juego africano y evidenció todas las limitaciones mexicanas, quienes no pudieron sentirse parte del encuentro. Siphiwe Tshabalala fue el alma de los amarillos en el segundo tiempo. El centrocampista amplió su rango de dominio en la media y aprovechó los espacios para colarse, tras un pase filtrado, y definir de pierna izquierda ante la inoperancia del arquero Oscar Pérez.

El gol hizo que los manitos entraran en sopor y fueran incapaces de reaccionar ante el golpe. Sin embargo, los africanos no pudieron cerrar la victoria (fallos de Mphela –al último minuto pegó un balón en el poste y Modise, con todo a favor) y por ahí se coló la resistencia mexicana, que se dio cuenta que necesitaban sacar el resto para no hacer el ridículo en su primer juego del Mundial. Así, Andrés Guardado, ingresado en el segundo tiempo, se inventó un pase que cruzó toda el área y fue recibido en la derecha por Rafa Márquez, quien anotó pese a la oposición del portero.

Primer tiempo de tanteo.

Los Bafana – Bafana salieron al campo conociendo sus limitaciones. Sin jugar un fútbol técnico, se notó la mano del técnico Carlos Alberto Parreira, quien inculcó un estilo simple, basado en la solvencia defensiva y en hacer el pase sencillo al jugador desmarcado. Así, contando con el manejo de Steven Pienaar, plantearon cara a un partido que tuvo unos primeros 20 minutos de dominio azteca, en el que no pudieron concretar las pocas ocasiones que tuvieron, todas condensadas en las botas de un superior Giovanni Dos Santos.

A partir de ahí, el partido se tornó más parejo, sin embargo, los dirigidos por Javier Aguirre siguieron contando con las mejores oportunidades, pero ni Guillermo Franco, ni Carlos Vela pudieron resolver sus situaciones. Ya acercándose al final de la primera parte, los surafricanos tuvieron dos chances a través de corners, pero ambos salieron desviados.

Los goles vinieron en el segundo tiempo y demostraron que los dos equipos tendrán que trabajar mucho más si desean hacer un papel honroso en este torneo. Para Sudáfrica el punto cuenta, para México, empezar de esta manera los aleja más de su sueño.

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